sábado, 2 de enero de 2010

Tradiciones de Fin de Año en el mundo

La fiesta de Fin de año o Nochevieja es un acontecimiento en todo el mundo. Desde Rusia a Brasil pasando por Rumanía , Argentina, Italia y muchos otros países se hacen fiestas multitudinarias o privadas con diferentes tradiciones según el país.

En algunas culturas y religiones se lleva otra cuenta de los años tal como en la cultura china, en general, la fecha de fin de año es muy popular en el mundo.

Tarde o temprano, todos los pueblos del mundo se dieron cuenta de que, trascurrido cierto tiempo, las estaciones solares repetían su cauce luminoso. Los cultivos volvían a crecer y las lluvias retornaban para regar las nuevas semillas. Así, el hombre fue constatando el eterno retorno hacia el punto inicial.

Hace 4000 años los babilonios vieron en esta repetición de las estaciones un motivo digno de celebrarse e instauraron un ciclo festivo que dejaría corta la juerga más movida de nuestra época: eran 11 días de celebración, que comenzaban cuando la primavera describía sus primeros trazos entre los jardines colgantes de Babilonia.

Los egipcios también recibían con algarabía las señales que preludiaban el nuevo año. Su rostro se tornaba festivo cuando llegaba el ansiado momento en que el río Nilo empezaba a crecer y el caudal se hacía propicio para la siembra. Entonces, la tierra era labrada con confianza en los tiempos venideros.

Desde siempre, el nuevo año ha significado el festejo de un triunfo inexistente, una victoria que se desea pero aún no ha ocurrido, un elogio a la esperanza que se renueva cada 365 días.

En las diferentes culturas de todos los tiempos los cambios de ciclo han llevado implícitos ritos que atraen salud, amor y dinero, los tres pilares básicos de la felicidad del hombre. Por eso, no es extraño encontrar ritos ancestrales, propios de cada cultura y pueblo, que busquen la felicidad, el éxito y la abundancia.

Desde los inicios del Imperio Romano, enero estaba dedicado al dios bifronte Janus, que mira delante y detrás: al año que se va y al principio del que viene, por eso le representaban con dos rostros, uno barbudo y viejo y el otro jovencito. Los romanos invitaban a comer a los amigos y se intercambiaban miel con dátiles e higos para que pasase el sabor de las cosas y que el año que empezase fuese dulce. Esta vieja costumbre romana fue poco a poco entrando en Europa, donde con la misma finalidad venturosa comenzaron a ofrecerse lentejas, de las que se dice que propician la prosperidad económica del año que empieza. En la Edad Media la Iglesia trató de oponerse a las viejas costumbres, pero no consiguió extirpar la atmósfera disipada de la noche de San Silvestre, que se mantuvo como la última isla pagana de las doce noches navideñas (las comprendidas entre la Navidad y la Epifanía), que la Iglesia consideraba como periodo de renovación para mejorar el año venidero. La cena de Nochevieja, el 31 de diciembre, empezó a convertirse en una festividad de moda desde principios del siglo XX. A diferencia de la cena de Nochebuena, se trata de un rito de carácter público que se celebra entre amigos, en casa de alguno de ellos o en algún establecimiento hostelero.



En Alemania

Allí desafían al destino mediante la “ceremonia” del bleiglessen. Los teutones aprovechan la última noche del año para predecir el futuro. Este ritual consiste en develar los misterios del futuro con una barra de plomo. El plomo se pasa por una soldadora: funden plomo a la luz de una vela. Una vez derretido, en una cuchara, las gotas plateadas se vierten a una cazuela con agua cuando el alba empieza a despuntar. Al entrar en contacto con ésta el plomo adquiere formas caprichosas que -con una buena dosis de imaginación germánica- pueden predecir lo que depara el mañana. El plomo se vende con una lista de interpretaciones: los trozos parecidos a un puño son un corazón y garantizan buena suerte en el amor, las flores indican nuevas amistades. Es como leer los posos del café moca. Esta práctica adivinatoria ya la practicaban los romanos, expertos en fundir metales.

El protagonista en Alemania es San Silvestre. En su honor, corre la bebida, y se queman castillos de fuego para ahuyentar a los espíritus malignos. Después salen a celebrar el fin de año en sus respectivos cotillones, en esto la tradición es muy parecida a la europea.



En Argentina

La ciudad de la Plata vista desde el cielo es una gran falla la noche del 31. A las once de la noche los vecinos de los barrios de Ensenada y Berisso queman los momos, muñecos de papel maché muy parecidos a los ninots valencianos: entre grupos de jóvenes y amigos compiten por crear el mejor muñeco con trapos, papel de periódico, armazón de hierro y madera. Crear el mejor muñeco, el más grande y vistoso para luego quemarlo. Es como un rito de purificación para celebrar el año que se agota, y se quema con todo lo malo. Esta tradición se ha ido haciendo cada día más popular en Argentina, se acompaña con fuegos artificiales, tracas y cohetes expresión de la alegría por el nuevo año.

Es su manera de desprenderse de lo malo ocurrido y dar la bienvenida al nuevo año.



En Bahamas

La fiesta del Junkanoo se romonta a los siglos XVI o XVII y tiene lugar en honor a John Canoe. Este propietario de plantaciones era bondadoso y permitía a sus esclavos tomarse algunos días para la Navidad. Ellos festejaban con danza y música africanas. Esta celebración hoy en día se ha convertido en un gran desfile formal y organizado, con disfraces sofisticados y músicas con mucho ritmo. Se realiza un cortejo de bailarines enmascarados en trajes coloridos y luminosos. Por grupo, los participantes eligen un tema y confeccionan sus trajes en función del tema retenido. Pero un solo grupo gana y es premiado al final de la ceremonia.



En Brasil

Se vive intensamente la fiesta de fin de año. Brasil posee ritos preciosos ligados al mar. El cielo se ilumina con multitud de fuegos artificiales.

Umbanda es una religión practicada en Brasil, fruto de una mezcla de ritos africanos y que genera la fiesta de Iemanja. Las playas se llenan de gente y los cantos religiosos inician la ceremonia en honor a Iemanja. Incluso los que viven retirados en el campo viajan hacia la costa para realizar ofrendas al mar, que la mayoría de las veces son flores en pequeños barcos de madera. “Las filhas do santo” -sacerdotisas africanas- encienden velas y lanzan al mar pequeños barquitos llenos de flores y regalos para que las olas se lo lleven, si es así se considera un buen presagio. Los participantes llevan trajes de colores diferentes cada año (en función del santo que "gobernará" durante esa nueva etapa), bailan y cantan. Le rezan a la santa y piden deseos.



En Escocia

Los escoceses festejanen el Hogmanay. El procedimiento es sencillo: se busca un barril de madera, se le prende fuego y se lo pone a rodar por las calles. Según dicen, es para permitir el paso del nuevo año.

Miles de personas participan en desfiles de antorchas, organizan juegos de luces y pirotecnia en el casco antiguo e inundan las calles de mercadillos y bailes celtas con Kilt.

Además, después de medianoche, llega el momento de presentar su "primer pie": a esa hora van a ver a sus allegados para desearles feliz año nuevo y les ofrecen un trago de whisky, un trozo de carbón y un bizcocho de avena con pasas. Todo eso da buena suerte: los habitantes de Escocia esperan ansiosos a la primera persona que ingrese al hogar. ¿Para qué? Resulta que los rasgos de el individuo determinan el curso de los días futuros. Los más viejos se quedan y esperan que el "primer pie": un moreno pintón (de cabello negro) y bien plantado (una persona bella y alta) es símbolo de buenos augurios. Pero una mujer pálida traerá mala suerte durante todo el año entrante.



En España

La tradición de despedir con uvas el año parece ser que data de 1909; el comienzo del año se festeja con la tradición de las 12 uvas: en el sitio que ocupa cada comensal se coloca previamente un pequeño frutero con 12 uvas y, de acuerdo con el ritual, se debe comer una uva por cada una de las 12 campanadas del reloj. El significado de este ritual se relaciona con las aspiraciones y anhelos de cada participante y con el deseo expreso de que se conviertan en realidad. A continuación, se sigue con costumbres más habituales: comienzan los brindis, se exponen los buenos propósitos de alcanzar alguna meta específica hasta que, entonces sí, se disfruta de la cena de fin de año. Aflora así la añoranza de un año que termina y la esperanza de alcanzar mayor éxito durante el año que comienza.



En los Estados Unidos

La fiesta de fin de año se celebra con muchas fiestas de todo tipo, privadas y multitudinarias. En Estados Unidos las fiestas de Navidad son muy populares. Recibir el año nuevo en la avenida de Times Square es una tradición clásica para los neoyorkinos.



En Francia

La Nochevieja francesa es tan simple como estas dos cosas: Uvas y jolgorio. Como en España.



En Inglaterra

En la parte más poblada del Reino Unido, los festejos se reducen al 31 de diciembre. Esa noche se cuentan los últimos diez segundos del año y cantan Auld Lang Syne mientras brindan con champán. Es una canción del siglo XVIII del poeta Robert Burns, que se utiliza para despedir el año, despedirse de alguien cuando emprende un largo viaje, o despedir a un difunto en su funeral. Su estribillo dice: ¿Deberían ser olvidados los viejos amigos y los viejos tiempos? Por los viejos tiempos, amigo mío, por los viejos tiempos. ¡Tomaremos una copa de afecto por los viejos tiempos!



En Italia

Los italianos aprovechan la Nochevieja para propiciar suerte en el amor con lencería sexy de color rojo. Regalar lencería roja y arrojar trastos viejos por las ventanas como símbolo de un pasado finito. Se deshacen de ropa y muebles viejos para dar cabida a lo nuevo: sobre todo en Nápoles y Roma, donde tuvieron que poner freno al ímpetu de lanzar trastos por la ventana.

En la Nochevieja de Italia las lentejas son las protagonistas para atraer abundancia en el año nuevo.



En Japón

Las fiestas de fin de año duran nada menos que 15 dias, en los que escuchan 108 campanadas equivalentes a los valores negativos que acarreamos los humanos y que con las campanadas se olvidan. Comen también una sopa tradicional con fideos y a continuación se dirigen hacia el templo budista a pedir buena suerte para el año que empieza. Se celebra asi el año recién nacido. Después de dirigirse al templo, beben sake mientras visitan a los amigos para concentrarse después en otra comida especial de año nuevo.

La comida más importante dentro de las celebraciones de fin de año la realizan el dia 15 de enero.



En Polonia

Los polacos van a la zaga en fetichismo festivo port Nochevieja. No sólo llevan ropa interior roja, además esconden en su monedero las escamas del pescado que cenan en Nochebuena para asegurar éxito profesional el resto del año. Otra costumbre, muy sana, es pagar todas las deudas y así encarar el año entrante libre de ataduras. Así mismo no dudan de desprenderse de cosas viejas. Los últimos días del año hacen una buena limpieza de armario.



En Rusia

La Navidad como fiesta cristiana no se celebra de forma oficial, en cambio “La fiesta de fin de año” es el acontecimiento más esperado del año para los rusos durante el día 1 y 2 del año se celebran fiestas y se hacen regalos entre amigos y familiares. El regalo es una costumbre muy arraigada en Rusia.



En Rumanía

Las muchachas casaderas que aún no tiene pareja suelen caminar hacia un pozo, encienden una vela y miran hacia abajo. Se dice el reflejo de la llama dibujará en las aguas profundas del pozo la cara de su futuro esposo. Las que se quedan en sus casas toman una rama de albahaca y la colocan bajo la almohada: el sueño de esa noche tendrá como protagonista al hombre que las espera.



En Venezuela

La espera de fin de año es especial en Venezuela. Antes que den las 12, las familias se reúnen en sus hogares y preparan la hallaca, una especie de humita exuberante, repleta de condimentos y relleno especial, que se regala a los amigos durante la noche de víspera de Año Nuevo. Es una forma de reafirmar la amistad y de desear buena suerte para el próximo año.